AUTOR: Janet Queffelec Padrón
Las desigualdades, la pobreza extrema, el déficit en la prestación de servicios básicos como agua y electricidad, migraciones descontroladas, y sistemas de salud y educación deficientes son algunos de los problemas que se profundizaron en América Latina y el Caribe (ALC) desde el año 2020 con la pandemia del Covid-19 lo que ha llevado al Sistema de Naciones Unidas no solo a continuar con la labor de al menos 25 organismos, sino a concebir nuevos programas de asistencia para la población más vulnerable.
De acuerdo a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el año pasado se evidenció un “retroceso de 12 años en pobreza y 20 años en pobreza extrema”, y aunque se proyecta un crecimiento moderado entre 2021 y 2022, el pronóstico es desalentador porque el organismo considera que “no alcanzará para asegurar un crecimiento sostenido, ya que los impactos sociales de la crisis y los problemas estructurales de la región se han agudizado y se prolongarán durante la etapa de recuperación” post pandemia.
En un año, el índice de pobreza extrema se ubicó en 12,5% y la tasa de pobreza en 33,7% lo que implica que 44 millones engrosaron las estadísticas de inseguridad alimentaria moderada o grave, mientras que 21 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave.
Por otra parte, ALC es la región donde la deuda externa tiene un mayor peso en el Producto Interno Bruto (PIB) de 56,3% lo que reduce la capacidad fiscal y obstaculiza la recuperación y el crecimiento económico. “En el caso de los pequeños Estados insulares del Caribe (PEID), la situación es aún más insostenible, ya que en algunos países el nivel de deuda pública supera el 100% del PIB”, advierte la Cepal.
América Latina y el Caribe se ha convertido en la región del mundo más afectada por la pandemia. Para junio de este año reportaba un 32% del total mundial de fallecidos por Covid-19 en todo el planeta, aunque su población representa un 8,4% a escala global. Mientras que las jornadas de vacunación avanzan lentamente, sumando apenas 13,6% de la población inmunizada en 30 países para mediados de este 2021, un porcentaje por debajo de lo alcanzando por la Unión Europea (34,9%) y de América del Norte (46,3%).
Una Plataforma regional para alcanzar el desarrollo
En este escenario, con severas dificultades acrecentadas por la pandemia del Covid-19, el Sistema de Naciones Unidas decidió crear en noviembre de 2020 la Plataforma de Colaboración Regional para América Latina y el Caribe, con el propósito de dirigir con mayor eficiencia los recursos, logística, conocimientos y programas de los distintos organismos, así como garantizar que se alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030.
Esta Plataforma reúne a todas las entidades de la ONU que hacen vida en la región latinoamericana y caribeña que incluye, entre otras, a la FAO, Cepal, PNUD, ONU Sida, Unesco, Unicef, OPS, Acnur y Onudi.
«La solidaridad internacional es urgente para garantizar el acceso a la financiación, la seguridad climática y las vacunas. La financiación para el desarrollo es clave, especialmente para los países de renta media. La ONU está dispuesta a seguir apoyando a los Estados Miembros de la región para dirigir una recuperación transformadora», indicó Alicia Bárcena, vicepresidente de la Plataforma y secretaria ejecutiva de la Cepal.
Sin embargo, la actuación de Naciones Unidas en ALC ha sido constante. Un ejemplo de ello fue la resolución aprobada en mayo de 2016 durante el 36° periodo de sesiones de la Cepal que permitió la creación del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, con el objetivo de hacer un seguimiento al cumplimiento de la Agenda 2030.
FAO, sembrando capacidades
Para citar algunas de las experiencias llevadas adelante por la ONU en ALC nos referiremos al proyecto de cooperación Sembrando Capacidades que desarrolla la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), mediante el cual promueve en octubre de 2021 el intercambio de experiencia y tecnologías sobre la gestión sostenible del agua para la agricultura y la alimentación en territorios semiáridos de Brasil para ser replicados en Colombia.
Este programa, a su vez, engloba el proyecto regional América Latina y el Caribe sin Hambre 2025.
La FAO también impulsa el proyecto de Cooperación Sur-Sur trilateral +Algodón Bolivia, con el fin de implementar el Programa Nacional del Algodón. Para ello, en los últimos tres años se han producido 7,1 toneladas de semillas que han sido entregadas al Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal, adscrito al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras del país suramericano.
Cabe destacar que la FAO ejecuta proyectos en 33 países de ALC y para tal fin ha creado diversos equipos de trabajo como la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe, Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe, Comisión de Pesca Continental y Acuicultura para América Latina y el Caribe y Comisión del Atlántico Centro Occidental.
Haití, seguridad alimentaria
En materia de seguridad alimentaria, vale referir que en 2012 el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas acordó con Haití el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional para que la nación se convierta en una economía emergente en 2030, mediante la reconstrucción territorial, el fortalecimiento del sector privado y el aumento de la seguridad alimentaria, así como el establecimiento de polos de desarrollo regionales y locales. Para ello será necesario fortalecer al Estado, promover la descentralización, además de elevar la protección de la propiedad privada.
En mayo de 2021 se firmó el Marco Nacional Integrado de Financiamiento del Desarrollo Sostenible en Haití que contará con la asistencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
Este acuerdo establece un esquema inclusivo con la participación del Gobierno, sector privado, banca y organizaciones de la sociedad civil, para alcanzar el financiamiento que permita la implementación de los objetivos de desarrollo sostenible.
Venezuela: atención de migrantes y programa de alimentos
Para atender la situación de 4,5 millones de venezolanos en situación de refugiados o migrantes, tras la grave crisis social, política y económica que atraviesa Venezuela, Naciones Unidas y sus socios humanitarios crearon el Plan de Respuesta Humanitaria 2021, con un fondo de 708,1 millones de dólares.
Este plan busca garantizar asistencia en salud, agua, saneamiento e higiene, seguridad alimentaria y nutrición, alojamiento, protección y educación. Para lograr las metas se cuenta con la participación de las agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales, en colaboración con instituciones nacionales.
Adicionalmente, en abril de 2021 el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP) inició un plan de asistencia de niños menores de seis años en Venezuela. La meta es atender a 185.000 niños este año, 850.000 al finalizar el año escolar 2021-2022 y 1,5 millones durante el año escolar 2022-2023.
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