Autor: Janet Queffelec Padrón
El tránsito irregular de migrantes por el continente en los últimos años ha significado para los países de acogida un impacto en sus programas sociales y la prestación de los servicios básicos. A ello se suman problemas en la frontera como la trata de personas, el contrabando, el tráfico de armas y el comercio de sustancias ilícitas, factores que afectan la seguridad nacional.
Es por ello, que los gobiernos de la región, así como de Estados Unidos, han optado por la deportación.
En el caso específico de Haití, la salida en masa de sus ciudadanos que huyen de la pobreza y la inseguridad por la aparición de pandilleros, especialmente desde 2021 con el terremoto y el asesinato del presidente Jovenel Moïse, ha repercutido no solamente en República Dominicana(RD), país con el que comparte una frontera de 376 kilómetros de longitud, sino también en otras naciones de Latinoamérica.
En este contexto, el gobierno dominicano ha hecho insistentes llamados a la comunidad internacional para que respalde a Haití en la construcción de su institucionalidad. “La República Dominicana sola, no puede cargar sobre sus hombros la solución de la terrible crisis haitiana”, expresó el canciller Roberto Álvarez ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en diciembre pasado.
Sus declaraciones las ofreció un mes después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de RD rechazara un comunicado de la Embajada de Estados Unidos del 19 de noviembre 2022 en el que señalaba supuestos tratos desiguales de funcionarios de migración dominicanos hacia quienes ingresaran al país por su color de piel y maltratos hacia viajeros haitianos que después serían deportados.
En la comunicación de la cancillería dominicana se reseña que en los últimos años “el grueso de la carga ha recaído, en particular en términos migratorios” sobre RD y agrega que una parte sustancial del presupuesto en salud se destina a la atención gratuita de haitianos en los hospitales.
Repunte de migrantes
El paso hacia República Dominicana no es la única vía que utilizan los haitianos para huir del hambre y la miseria. A raíz de la pandemia del Covid-19 las condiciones de muchos migrantes, y en este caso de los haitianos, se complicaron por falta de oportunidades de trabajo y dificultades de residencia lo que hizo que muchos que vivían en Chile y Brasil, por ejemplo, decidieran emprender el camino hacia Estados Unidos, por la vía ilegal.
En 2020, Haití fue el principal país con mayor número de emigrantes de la región caribeña (1.769.671) siendo República Dominicana el mayor receptor de inmigrantes (603.794). Mientras que en el paso entre Colombia y Panamá por la Selva del Darién los cruces irregulares de haitianos representaron el mayor porcentaje (62%).
Hay que referir que en 2021 un total de 19.629 haitianos, entre adultos y niños, fueron repatriados a Haití por aire y mar. De esta cifra, el 76% fueron expulsados desde Estados Unidos. Mientras que el 24% fue devuelto a su país desde Bahamas, Cuba, San Cristóbal y Nieves, México, Islas Turcas y Caicos, detalla la OIM. Incluso, un porcentaje de estos migrantes fueron interceptados en alta mar por la Guardia Costera y devueltos a su país, acota un estudio de OIM.
La mayor cantidad de expulsiones de migrantes haitianos -un 84%- ocurrió entre septiembre y diciembre de 2021. Estos movimientos migratorios fueron consecuencia del terremoto ocurrido en agosto de ese año, mientras que una alta proporción de migrantes haitianos viajó hacia Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades en medio de las restricciones por la pandemia.
Los ciudadanos haitianos expulsados de EE.UU. y otras naciones retornaron a Haití “en situaciones de alta vulnerabilidad con pocos o ningún recurso”, apunta la OIM.
En septiembre de 2021, Unicef expresó su preocupación por los ciudadanos haitianos que estaban siendo expulsados de EE.UU. “Haití se tambalea por la triple tragedia de los desastres naturales, la violencia de las bandas y la pandemia por Covid-19. Cuando los niños, niñas, adolescentes y las familias son devueltos sin la protección adecuada, son todavía más vulnerables a la violencia, la pobreza y el desplazamiento”, alertó Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
En octubre de 2021, México ordenó el regreso forzoso de 130 migrantes haitianos. Un mes antes expulsó a 150. Mientras que Cuba desterró a 842 haitianos en mayo de 2022 y dos meses más tarde a otros 178. Luego, en octubre de 2021 fueron deportadas 1.069 haitianos desde Cuba y Estados Unidos.
En el más reciente informe de la OIM se señala un incremento importante de entradas irregulares de migrantes desde Colombia hacia Panamá entre enero y el 26 de marzo de 2023 con un total de 78.585 personas, de las cuales 21.804 eran de nacionalidad haitiana, siendo el segundo mayor contingente, por debajo de los venezolanos.
En el estudio de la agencia de migración de la ONUse indica que en los grandes movimientos migratorios en el continente durante 2022 y en lo que va de 2023 participan principalmente haitianos, cubanos, venezolanos, nicaragüenses y ecuatorianos que buscan llegar a Estados Unidos. No obstante, al llegar a la frontera sur de EE.UU. muchos haitianos son expulsados hacia Haití o al país de tránsito más reciente.
Aumentan expulsiones desde EEUU
Con respecto a la política migratoria de Estados Unidos es importante referir que el Título 42 empezó a ser implementado por el gobierno de Donald Trump el 21 de marzo de 2020 y continuado por la administración de Joe Biden por los riesgos a la salud que implica el Covid-19 lo que facilita la deportación hacia el último país de tránsito inmediato o al país de origen.
Estas expulsiones en la frontera suroeste de EE.UU. comprenden las aprehensiones, inadmisiones y expulsiones que aumentaron un 27% en 2022 (con un total de 2.577.669 casos) con relación al año anterior.
A principios de este año, el gobierno estadounidenseamplió el Programa de Regularización Humanitaria dirigido a venezolanos para incorporar a haitianos, cubanos y nicaragüenses, y establece la expulsión inmediata a México si el ciudadano no se acoge a la norma. En febrero se incorporaron al programa 22.755 personas de estas nacionalidades y la cantidad de este segmento de migrantes que intentan pasar la frontera suroeste de Estados Unidos ha bajado hasta llegar a niveles de enero 2021, apunta la OIM.
Deportaciones son ilegales
Es importante señalar que, desde noviembre de 2022, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha instado a los países a suspender las deportaciones o retornos forzados, así como a garantizar protección internacional, con el acceso a procedimientos de asilo que sean eficaces.
ACNUR ha señalado que, de acuerdo al derecho internacional, las expulsiones colectivas y las detenciones arbitrarias están prohibidas, por lo que plantea que aquellos migrantes haitianos que no califiquen como refugiados deben otorgárseles protección complementaria, protección temporal o admisión humanitaria que les permita tener una estancia legal en el país de acogida.