Las carnes de imitación son una alternativa saludable

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Las carnes de imitación son una alternativa saludable

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Autor: Janet Queffelec Padrón (Periodista)

Filetes, salchichas y albóndigas son algunos de los productos fabricados con carnes de imitación, conocidas también como sustitutas o sucedáneas.

Actualmente, no solo los veganos consumen este tipo de alimentos, sino que cada vez más personas optan por un cambio en sus hábitos alimenticios.

Un aspecto importante es que representan una alternativa para resguardar el medio ambiente y frenar el cambio climático. La ONG ambientalista internacional Greenpeace ha advertido que tanto la producción como el consumo de carne animal son responsables de las variaciones del clima por la emisión de gases de efecto invernadero.

El 90 por ciento del gas metano que expulsan las vacas llega a la atmósfera y acumula hasta 28 veces más calor que el dióxido de carbono, causando un efecto invernadero y elevando las temperaturas en el planeta.

A su vez, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) ha señalado insistentemente en que la ganadería amenaza al medio ambiente por el efecto de los gases invernadero, así como por la degradación del suelo y la contaminación del agua.

Es por ello, que las carnes de imitación se han convertido en una sana alternativa, además que aportan grandes cantidades de proteínas, vitaminas y minerales. Asimismo, contribuyen a mantener el colesterol estable.

Un ingrediente muy utilizado en la producción de la carne de imitación es la soya que entre, otros beneficios, ayuda a las mujeres durante la menopausia por su contenido de isoflavonas.

Tempeh, tofu y seitán

La carne de soya, conocida también como carne texturizada o de soja, es una fuente vegetal de proteínas, fósforo, tiamina y minerales como calcio, zinc y hierro.

Esta legumbre contiene isoflavonas que son compuestos químicos muy parecidos a los estrógenos y que ayudan especialmente a las mujeres en la etapa de la menopausia. También aporta probióticos que ayudan a un buen funcionamiento del sistema digestivo y a la asimilación de los nutrientes.

Con la soja fermentada se prepara el tempeh, con un alto valor proteico, que por igual sustituye a la carne y al queso. Es un alimento originario de Indonesia que se elabora con semillas fermentadas de soja y el hongo Rhizopus oligosporus, siendo una fuente de calcio, magnesio, potasio, sodio, fósforo y hierro. Aporta proteínas y vitaminas A, B1, B2, B3, B12 y C.

El tempeh es muy apreciado en la cocina porque ayuda a controlar el colesterol y previene enfermedades cardiovasculares.

Un producto similar es la carne de tofu que también se prepara con soja y agua, siendo bajo en calorías y grasas, pero con alto contenido de proteínas.

Una modalidad de la carne sucedánea es el seitán que se fabrica con la proteína de trigo. Se caracteriza por un suave sabor y frecuentemente se prepara como carne para hamburguesas, aunque no es recomendable para personas alérgicas al gluten.

Incluso en nuestras cocinas podemos elaborar carnes de hamburguesas con la pasta de lentejas o utilizar el falafel que se hace con garbanzos.

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