AUTOR: Janet Queffelec Padrón
Cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, fecha creada por Naciones Unidas para destacar los esfuerzos en defensa de la naturaleza y elevar las alertas en torno al cambio climático.
En abril de este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio a conocer el informe Bosques de Patrimonio Mundial en donde se señala que un tercio de los sitios naturales y 60% de los bosques considerados de patrimonio mundial están seriamente amenazados por el cambio climático.
También advierte sobre la posible extinción de los corales a finales de este siglo, de no tomarse medidas de preservación. Cabe referir que los países insulares, específicamente las islas pequeñas, son los más afectadas por el cambio climático debido al aumento en el nivel del mar que amenaza con su desaparición. A esto se suma el blanqueamiento severo de los corales por el aumento de la temperatura en los océanos, un factor que igualmente forzará a la desaparición de dichas formaciones que sustentan a los atolones donde están los países insulares como Tuvalu y Kirivati.
Destrucción de bosques
La destrucción de la biodiversidad ha sido destacada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en torno a la quema cada año de 10 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo. Es por ello que ha hecho un llamado a poner en marcha los acuerdos alcanzados el año pasado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26).
Guterres ha insistido en la necesidad de impulsar “acciones tangibles y creíbles sobre el terreno”, pero además ha enfatizado en que deben promoverse cambios en los hábitos de consumo “y las modalidades de producción insostenibles que ponen en peligro nuestros bosques”.
La invasión de Rusia a Ucrania ha puesto sobre el tapete la alta dependencia del petróleo y pone en riesgo la adopción de compromisos efectivos para la búsqueda de alternativas en energía limpia.
“La adicción a los combustibles fósiles asegura una destrucción mutua. Los países podrían verse tan consumidos por la insuficiencia inmediata del suministro de combustibles fósiles que pueden descuidar o dejar de lado las políticas para reducir el uso de ese tipo de energéticos”, dijo Guterres en marzo pasado, a la vez que agregó que “las emisiones de carbón han aumentado a niveles récord” por lo que “estamos avanzando como sonámbulos hacia la catástrofe climática, nuestro planeta ya se ha calentado hasta 1,2º y vemos las consecuencias devastadoras de esto en todas partes”.
Vale mencionar que las economías desarrolladas y emergentes que confluyen en el llamado G20 consumen el 80% de las emisiones de carbono de todo el mundo. Países como China, India e Indonesia tienen una alta dependencia del carbón.
El 28 de febrero de este año, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en su último informe advirtió que “en las próximas dos décadas, el planeta afrontará diversos peligros climáticos inevitables con un calentamiento global de 1,5 °C. Incluso si se supera temporalmente este nivel de calentamiento, se generarán impactos graves adicionales, algunos de los cuales serán irreversibles”.
El IPCC lo componen 195 Estados Miembros y fue establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a fin de facilitar a los dirigentes políticos evaluaciones científicas periódicas del cambio climático, a la vez de proponer estrategias de mitigación.
En el documento se indica que “el aumento de olas de calor, sequías e inundaciones ya ha superado los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, y ha provocado la mortalidad en masa de diversas especies, como árboles y corales”, por lo que “millones de personas han quedado expuestas a una situación de inseguridad alimentaria e hídrica aguda, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, así como en islas pequeñas y el Ártico”.
177 geoparques conforman Red Mundial
En un esfuerzo por la conservación del medio ambiente, la Unesco designó en el mes de abril un total de ocho nuevos Geoparques Mundiales, de tal modo que el número de espacios naturales que integran esta red mundial se elevó a 177, distribuidos en 46 países y cubriendo una superficie total de 370.662 km².
Una nota publicada en el portal web de Noticias ONU indica que este año Luxemburgo y Suecia se asociaron por primera a esta red con la designación de sus primeros geoparques. Cabe referir que la Red Mundial de Geoparques fue establecido por los Estados miembros de la Unesco en 2015, como reconocimiento a los patrimonios geológicos de importancia internacional, debido a su diversidad biológica y cultural.
Entre los ocho nuevos geoparques se encuentra Seridó, ubicado al noreste de Brasil, con una superficie de 2.800 km² y una población de 120.000 habitantes, donde se encuentra uno de los mayores depósitos naturales del mineral scheelita en Suramérica, así como también alberga coladas de basalto de las eras mesozoica y cenozoica.
En Brasil también fue incorporado a la lista el geoparque Caminos de los Cañones del Sur, con una superficie de 2.830,8 km² y 74.120 habitantes. “Cuenta con los cañones más impresionantes de Sudamérica, formados por los procesos geomorfológicos únicos que sufrió el continente durante la ruptura del supercontinente Gondwana, hace unos 180 millones de años”, indica Noticias ONU.
En Finlandia fue incorporado el geoparque Salpausselkä, habitado por 177.000 personas y con una superficie de 4506 km², de la cual 21% corresponde a agua y más del 50% a bosques.
Alemania también se sumó a la Red Mundial de Geoparques en la zona de Ries, que alberga a 162.500 habitantes en 1.749 km2.
Igualmente, se añadieron a esta red a las islas de Cefalonia-Ítaca, al oeste de Grecia, con una superficie total de 890 km² y 38.885 habitantes. “El geoparque es rico en geositios de origen kárstico, como cuevas, sumideros y arroyos subterráneos, todos ellos dispersos por las islas, que hablan de una historia geológica que se remonta a hace más de 250 millones de años”, apunta Noticias ONU.
Mëllerdall en Luxemburgo, con una extensión de 256 km² y habitada por 25.500 personas, se encuentra en el centro de la cuenca de Tréveris-Luxemburgo y presenta una formación arenisca de unos 100 metros de grosor. La lista de nuevos geoparques la cierran Buzău Land en Rumania, una cadena montañosa con una superficie de 1.036 km² y 45.000 habitantes, y Platåbergens en Suecia, un complejo de 15 montañas que abarcan una superficie de 3.690 km2 y 289.198 habitantes.