Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid desde agosto de 2019, cuenta con admiradores y detractores, pero de lo que no cabe duda es que se ha convertido en la nueva estrella del firmamento político español.
Hace 17 años, mientras estudiaba periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, conoció a Pablo Casado y se inscribió en el Partido Popular (PP), organización política de centro derecha donde ha desarrollado una carrera política que ha remontado con rapidez, siendo diputada, portavoz de su organización política, y viceconsejera de Presidencia y Justicia del gobierno regional.
Durante su mandato como presidenta de la Comunidad de Madrid ha cosechado malas relaciones con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien acusa de no tener un plan para España, especialmente en la atención de la pandemia del Covid-19.
El 10 de junio de 2021 -en una entrevista concedida a Bertín Osborne en el programa “Mi casa es la tuya”- reconoció que “el entendimiento ha sido muy complicado” con Pedro Sánchez.
“Ha habido una obsesión constante por parte del Gobierno contra la Comunidad de Madrid” por el tratamiento de la pandemia, por lo que recalcó que no hay entendimiento con Sánchez, a quien considera «el peor presidente en el peor momento» porque no tiene «un plan para España».
También ha acusado a Sánchez de mentir con las cifras de la pandemia y de no atender la crisis sanitaria. En septiembre de 2020, por ejemplo, se opuso al confinamiento total anunciado por el Ministerio de Sanidad. “Madrid no se puede cerrar”, expresó en esa oportunidad.
El 10 de marzo de 2021, Díaz Ayuso se jugaba su futuro político. Ese día disolvió la Asamblea de Madrid, destituyó a los seis consejeros de Ciudadanos, rompiendo la coalición con este partido, y convocó a elecciones anticipadas para el 4 de mayo.
Con esta jugada evitaba una posible moción de censura en su contra, situación que se había presentado en Murcia por iniciativa del PSOE y Ciudadanos.
En las elecciones regionales anticipadas del 4 de mayo, el PP obtuvo un triunfo contundente con 65 de los 136 escaños, resultado que duplicó a los comicios de 2019. Tras el triunfo, Díaz Ayuso se comprometió a recuperar “el orgullo, la convivencia, la unidad y la libertad que necesita España», mientras aseguraba que el gobierno de Pedro Sánchez tenía “los días contados».
Semanas antes, específicamente el 15 de marzo, el vicepresidente segundo del Gobierno de España y líder de Podemos, Pablo Iglesias, renunciaba al cargo para presentarse en las elecciones y disputar la presidencia de Madrid.
La decisión de Iglesias fue celebrada por Díaz Ayuso, quien con el desparpajo que la caracteriza, dijo: “España me debe una, hemos sacado a Pablo Iglesias de La Moncloa (…) Todos aquellos que quieren vivir en libertad en Madrid, ya sea inspirados por el socialismo, o por el centro derecha, se van a tener que unir, vamos a tener que aglutinar esfuerzos para demostrar que la forma de vivir en Madrid va en una dirección distinta a la del comunismo”.
Señalada como exigente por sus cercanos colaboradores, se percibe a la vez cercana con los ciudadanos. Confiesa, sin reparos, que es “tabernaria” por lo que, si siente feliz o triste, se toma una cerveza, algo con lo que los madrileños se sienten automáticamente identificados.
En España ha provocado incluso lo que se conoce como “madrileñofobia” por su defensa a ultranza de Madrid. En el programa de Osborne, cuando se le preguntó si se veía como presidenta de Gobierno, respondió: “Pues no, me parece que ya soy en parte lo más bonito que se puede ser que sea presidente de Madrid, es decir, de España porque Madrid es España”, agregando que a esta ciudad viajan ciudadanos de todos los rincones del país y del mundo para “ser libres”.
Su lema es la libertad. Para conocer a Díaz Ayuso, solo basta revisar su bio de Twitter: “Presidenta de la Comunidad de Madrid, la región más libre y casa de todos los españoles. Libertad y después, todo lo demás”.
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