Este 19 de abril el VIII Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC) eligió como secretario general a Miguel Díaz-Canel, quien también había sucedido a Raúl Castro en la presidencia del país hace tres años.
Si bien el cambio era obvio desde hace algunos años no deja de ser un hecho histórico, pues por primera vez Cuba será gobernada por una persona que no es ningún miembro de la familia Castro, también significa el fin de la dirigencia de líderes históricos como José Ramón Machado Ventura y el comandante Ramiro Valdés.
Las comparaciones con la extinta Unión Soviética no se hicieron esperar y muchos se preguntan si este cambio puede significar el inicio de una transformación de fondo en el gobierno y modelo económico de la isla.
A la sombra de los Castro
Los aires de cambios se han visto rápidamente disipados después de que Miguel Díaz-Canel, inmediatamente después de tomar posesión, anunció que Raúl Castro estaría muy presente y se le seguirán consultando las decisiones estratégicas del futuro de la nación.
Por la carrera política de Miguel Díaz-Canel fue la elección lógica para sustituir al hermano de Fidel Castro al frente del partido, pues en los tres años de su presidencia ha demostrado su lealtad al modelo de socialismo que rige la Isla.
Todo indica que Miguel Díaz-Canel no será un reformador para el partido, “no se puede esperar que sea como lo fue, en su momento, Gorbachev para la URSS” dice Otto Reich exdiplomático estadounidense nacido en Cuba, lo que sí se puede esperar es que siga siendo más de lo mismo, porque en los últimos tres años de gobierno ha sido un testaferro del Gobierno, el Ejército y el Partido, afirma Reich.
Más de lo mismo
Durante la reunión del VIII congreso del PPC y el discurso del Díaz-Canel se habló sobre el destino de la isla en materia económica, y es en este aspecto donde el gobierno cubano podría dar unas pequeñas señales de cambio.
La crisis que trajo la epidemia de la Covid-19 ha obligado al gobierno de la isla a permitir la venta por particulares de productos que antes eran manejados exclusivamente por el Estado. Sin embargo, no significa que den la entrada a una economía libre o más abierta, pues se ha reafirmado el lugar preponderante que ocupan las empresa estatales. El PPC ha dejado muy claro que la participación de estos entes privados son solo un complemento para salir al paso de la crisis.
Hay nuevas expectativas para Joe Biden
Por su parte, los cubanos residentes en el extranjero ven el cambio de secretario en el PCC como una oportunidad, por ejemplo, la comunidad cubana en EUA espera que el presidente estadounidense Joe Biden aproveche la coyuntura para hacer cambios más sustanciales en su relación con el gobierno cubano, retomando la política de Obama .
Además, el gobierno de Cuba espera que Biden retire alguna de las 240 sanciones impuestas por la anterior administración de Donald Trump, como las restricciones a vuelos, remesas y cruceros; pero parece que esto tendrá que esperar, porque no hay indicios de que Joe Biden tenga la intención de iniciar nuevas negociaciones con el país caribeño.
En resumen, más allá de la salida presencial de los Castro de la cúpula del poder, la llegada de Miguel Díaz-Canel a la dirigencia del PPC no representa ningún cambio en lo político para la isla, pues seguirá siendo un país de partido único y de economía planificada por el Estado.
COMMENTS