Energías renovables: Panorama en América Latina y el Caribe

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Energías renovables: Panorama en América Latina y el Caribe

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Las energías renovables han sido implementadas en diferentes países de América Latina y el mundo con el propósito de hacer frente a la crisis medioambiental, el cambio climático y la destrucción de los recursos naturales. ¿Qué son las energías renovables?, ¿qué tipos de energías renovables existen?, ¿cómo han sido desarrolladas en nuestro continente?

¿Qué son las energías renovables?

De acuerdo con los investigadores Carlos Spiegeler y Jorge Iván Cifuentes, las energías renovables son todas aquellas energías que provienen de fuentes naturales potencialmente inagotables. Estas fuentes son interminables por dos razones. Primero, porque proporcionan inmensas cantidades de energía. Segundo, por son capaces de regenerarse por medios naturales. Actualmente, las energías renovables se encuentran presentes en nuestra vida cotidiana y pueden surgir de elementos como el viento, el agua, el sol o la biomasa animal y vegetal.

Además, este tipo de energías es usado tanto por los hogares como por las industrias. Hoy en día, las empresas y los gobiernos latinoamericanos se están comprometiendo con el uso de energías renovables mediante políticas de responsabilidad social corporativa. Esto se debe a que las energías renovables son herramientas importantes para lidiar con el cambio climático. Por este motivo, las fuentes renovables tienen un rol vital en la construcción de futuros sistemas energéticos para los países del continente.

Existen diferentes tipos de energías renovables en el mundo. En primer lugar, está la energía solar; es decir, aquella que se obtiene del sol. Para adquirirla, es necesario instalar placas o paneles solares que tienen la función de absorber la radiación solar y convertirla en electricidad. La energía solar no solo puede adoptar la forma de electricidad, sino que también puede ser térmica o termoeléctrica.

En segundo lugar, se halla la energía eólica, que es aquella energía que viene de la fuerza del viento. Mediante molinos u otros dispositivos, la energía eólica se transforma en electricidad. Hoy, la energía eólica se concibe como una gran fuente de energía, por lo que es central en las políticas energéticas algunos países como Chile y Colombia.

En tercer lugar, se encuentra la energía que surge de la biomasa animal o vegetal. Esta es considerada una de las fuentes de energía más ecológicas y rentables. Por lo general, la biomasa se transforma en energía térmica o eléctrica y proviene de cortezas o fósiles. La biomasa es una de las fuentes energéticas más trascendentales para la humanidad, debido a que es orgánica y puede reproducirse constantemente por medios naturales. Por otra parte, es preciso aclarar que esta energía solo se produce con la ayuda de la energía solar, puesto que, para que exista, se requiere que los animales y los vegetales la absorban. De ahí que exista un vínculo entre las energías de biomasa y la energía solar.

En cuarto lugar, está la energía hidráulica o hidroeléctrica, que usa el agua para producir electricidad. En la generación de este tipo de energía, las hidroeléctricas pueden usar prensas, plantas, turbinas y cualquier otro dispositivo mecánico que cree movimiento. La energía hidroeléctrica es una de las más usadas en todos los países de América Latina.

En quinto lugar, se halla la energía mareomotriz, que usa la fuerza de las olas y el mar para producir movimiento. La energía mareomotriz se puede obtener por medio de alternadores que manipulan la fuerza del mar y la convierten en energía eléctrica. Debido a su inagotabilidad, se dice que la energía mareomotriz es una fuente renovable de energía.

En sexto lugar, está el biogás. El biogás es una fuente de energía no contaminante y neutra en carbono que reporta beneficios como, por ejemplo, ser baja en costos con respecto a otro tipo de combustibles. El biogás emerge de la materia orgánica microbiana que se degrada en actividades de agricultura y en plantas de aguas residuales. Generalmente, el biogás puede brotar del lodo o del estiércol, y esto lo hace un material rico en todo tipo de nutrientes.

Por último, se encuentra la energía geotérmica, que nace del calor del interior de la Tierra, se extiende a través de la roca caliente y fluye en la interacción del agua subtérmica y las rocas. Es así como nacen los sistemas geotérmicos de energía. La principal ventaja de estos sistemas consiste en lo siguiente: producen energía renovable que no conlleva gases de efecto invernadero. Esto se origina en que, para producirse, no es necesario ningún tipo de combustión. Al igual que otras energías renovables, la energía geotérmica no es costosa, requiere poco mantenimiento, es inagotable y reduce la dependencia energética. 

Energías renovables en América Latina: un panorama

La CEPAL ha reiterado constantemente la importancia de las energías renovables y la eficiencia energética en el marco de sus investigaciones sobre recursos naturales e infraestructura. Respecto de esto, los investigadores Hugo Altamonte, Manlio Coviello y Wolfgang F. Lutz han sostenido que la eficiencia energética y las energías renovables en América Latina tienen un potencial importante a la hora de mitigar los efectos negativos del consumo energético y orientar a las sociedades a la sostenibilidad. Aunque en el continente se ha debatido sobre la necesidad de implementar energías renovables, poco se ha logrado hasta el momento.

En este momento, no ha sido posible integrar las energías renovables a los regímenes económicos y la infraestructura de los países latinoamericanos y caribeños. En otras palabras, el desarrollo de políticas públicas de energías renovables ha sido un fracaso, incluso contando con la cooperación internacional interesada en el desarrollo sustentable del continente. Las razones de esto son la prevalencia de la conducta individual sobre el bien colectivo; la escasa voluntad política de los gobiernos; el dominio de las empresas de electricidad, gas y petróleo, y las modificaciones en la organización productiva de cadenas energéticas con políticas fiscales y precios que debilitan la inserción de las energías renovables. Las barreras a la implementación de estas energías son de tipo económico, financiero e indudablemente político.  

No obstante, siguen existiendo esfuerzos por implementar energías renovables que vienen dados desde las empresas con responsabilidad social corporativa. Estos esfuerzos se centran especialmente en la energía solar. Por ejemplo, la empresa Cosolpo, que trabaja con energía térmica solar, vende productos con aplicaciones en las industrias como la provisión de agua caliente, vapor para procesos, frío solar y desalinización del agua. Asimismo, existe una política pública en el Perú que busca diversificar la matriz energética para abastecer la demanda de energía de los ciudadanos y, también, fortalecer la competitividad de la economía en un mundo globalizado. Esto incluye la promoción de energías renovables y adaptables al cambio climático, de modo que se logre la independencia energética del Perú.

En la República Dominicana está la empresa Fotona, que provee soluciones de energía solar para reducir los gastos de los ciudadanos en los servicios públicos de energía eléctrica. Esta empresa ofrece la instalación de paneles solares para las residencias del país y las empresas dominicanas. Además, sus operaciones se extienden a países como España, México y Francia. En República Dominicana, existe un proceso de transición hacia la energía renovable, lo cual implica la descarbonización del sector eléctrico y la aceleración del sector privado que trabaja con energías amigables con el ambiente.

La CEPAL reconoce que, en toda América Latina y el Caribe, República Dominicana ha sido uno de los países más dinámicos en la búsqueda de soluciones al cambio climático, la implementación de modelos de desarrollo sostenible y la extensión de las energías renovables. Entonces, para afianzar la implementación de energías renovables, la CEPAL propuso la implementación de observatorio especializado en el sector energético y la descarbonización.

Todo esto demuestra que, si bien la implementación de energías renovables ha sido un proceso difícil en América Latina y el Caribe, existen esfuerzos por implementarlas con el apoyo de instituciones internacionales, empresas con responsabilidad social corporativa e investigadores.

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