El teletrabajo ha aumentado exponencialmente luego del comienzo de la pandemia del Covid 19. La necesidad de continuar con el trabajo que se llevaba a cabo en las oficinas, mientras la crisis sanitaria se resolvía llevó a muchas empresas a incorporar el teletrabajo como parte de una estrategia de supervivencia.
Actualmente, muchos comercios, empresas y prestadoras de servicios han incorporado al teletrabajo para sobrevivir a la crisis económica.
El teletrabajo en diversos países
El trabajo remoto se ha extendido en diversos países, pero sobre todo ha prosperado en China, país en el cual se utilizan con mayor frecuencia las plataformas virtuales para realizar reuniones, capacitaciones y dar seguimiento a las tareas.
En Japón, la agencia de publicidad con mayor número de empleados del país anunció que 5000 de sus empleados pertenecientes a su sede en Tokio trabajarán a distancia.
Las implicaciones del teletrabajo en casa
Si bien el teletrabajo es una aparente solución para poder dar continuidad a las tareas de la oficina desde la comodidad del hogar, en la práctica esto supone algunas dificultades que las empresas no consideran dentro de sus contratos laborales.
Las mayores dificultades del teletrabajo son:
- La adaptación de trabajos que difícilmente podrían realizarse de manera remota utilizando internet y dispositivos electrónicos
- La disponibilidad de equipos de trabajo (hardware), además de programas (software) especialmente diseñados para su uso en determinadas empresas
- Capacitar a los trabajadores para continuar su trabajo de manera remota
- En el caso de los trabajadores que tienen familia, implica trabajar rodeados de las tareas del hogar y de sus hijos, que naturalmente demandan atención
En relación a la organización del teletrabajo en casa, surgen las siguientes dificultades:
- Es necesario gestionar los procesos de trabajo y diseñar las tareas que cada trabajador va a desarrollar de manera remota
- Se deben gestionar factores socioemocionales, para ayudar a los empleados a empoderarse y sentir mayor confianza con el trabajo remoto
- Debe darse un seguimiento estricto de los horarios y el tiempo que cada teletrabajador dedica a realizar sus tareas laborales, para no caer en excesos de horas de trabajo
- Es necesario medir el rendimiento de los empleados y los equipos de trabajo
- Cada trabajador debe tener comprensión de las tareas que le corresponde realizar y de los tiempos en los que debe completar cada una de estas tareas
- Los trabajadores que se dedicaran a trabajar desde su hogar deberán demostrar madurez en su trabajo y tener habilidades que les permitan trabajar de manera eficiente con estas herramientas
- Es necesario que cada trabajador separe el espacio de convivencia familiar de sus responsabilidades laborales
- Cada teletrabajador deberá negociar el horario más conveniente para él, en función de su realidad familiar y personal
El mayor desafío del teletrabajo luego de la pandemia del covid 19
El mayor desafío lo tienen las empresas que deben decidir si van a implementar las medidas de teletrabajo de manera permanente. Lo cual requerirá tomar diversas decisiones con el objetivo de generar un ambiente de trabajo remoto que sea sostenible y eficiente.
Por otro lado, estarán las empresas que preferirán continuar con el trabajo presencial, pero siempre con el riesgo de tener que tomar medidas desesperadas para dar continuidad al trabajo en momentos de crisis. Por ello, las empresas deberán tener un seguro en caso de que se requiera, por cualquier circunstancia, volver a un tipo de trabajo remoto.
Los trabajadores remotos, sobre todo aquellos que no conviven en sus hogares con otras personas, deberán afrontar el peligro del “estrés del aislamiento” y la deshumanización. Las personas que se encuentren solas deberán esforzarse por no perder las conexiones con otros seres humanos, e intentar no sustituir el contacto con otras personas por videollamadas o conversaciones telefónicas.
El desafío para los países y sindicatos frente al auge del teletrabajo
Los países deberán adaptar su legislación para actualizarla a las necesidades de la sociedad emergente de esta crisis sanitaria. Una sociedad en la cual el teletrabajo será cada vez más común, y, por lo tanto, será necesario regularlo para evitar abusos.
Los sindicatos también deberán encontrar la forma de adaptarse a estas nuevas circunstancias.
En el año 2019, en España, un 4,8% de la población trabajaba de manera remota, aumentando a 3,01 millones de personas teletrabajando en el segundo trimestre del año 2020, y disminuyendo en un 36,2% a finales del año 2020.
Quizás una gran parte de la población de España tiene mayores posibilidades de trabajar de manera remota ya que en este país se trabaja en la digitalización del sistema escolar desde la etapa de Educación infantil, hasta la educación secundaria obligatoria. Siendo imprescindible para todos los alumnos saber manejar diferentes tipos de aparatos tecnológicos, buscar información relevante en internet e incluso programar desde los 7 años de edad.
Será muy difícil encontrar datos tan precisos en los países latinoamericanos, en donde la realidad difiere mucho de la de España. Siendo el teletrabajo una herramienta que sólo algunos podrán utilizar, y que, dada la precariedad de los sistemas educativos latinoamericanos, aumentará la brecha entre la clase media y la clase baja.
Los desafíos de la implementación del teletrabajo en Latinoamérica
En Latinoamérica es necesario actualizar el Currículum de Educación Obligatoria (en cada país) y transformarlo en un reflejo de aquello que el mercado laboral necesita en este momento.
Solo de esa manera los jóvenes que completen la educación obligatoria básica tendrán acceso a este tipo de trabajos, o a otros que requieren de las mismas habilidades y conocimientos.
Las generaciones de latinoamericanos de entre 20 y 50 años necesitarán ser intervenidas de manera concreta para poder disminuir la tasa de desempleo. En la mayor parte de los países latinoamericanos aún existe el analfabetismo, y actualmente se habla de un segundo tipo: el analfabetismo digital.
El mayor desafío de las empresas para implementar el teletrabajo en Latinoamérica será capacitar a sus empleados, además de encontrar empleados que sepan utilizar las tecnologías e internet de manera correcta.
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